
Siempre que pensamos en el futuro nos imaginamos nuestra vida perfecta, amigos perfectos, familia perfecta, casa perfecta, vecinos perfectos, mascota perfecta,... Según pasa el tiempo nos vamos dando cuenta que todo aquello que habíamos ido creando en nuestra mente no se fue creando al mismo tiempo en la realidad. Acabamos rodeados de personas, cosas y animales no muy perfectos, y, aunque parezca mentira, la realidad supera muchas veces nuestros deseos. Consigues aquello que ni te habías imaginado, te das cuenta que eres mas feliz tirando a tu familia a una piscina de niños pequeños y riéndote hasta no poder mas con cualquier tontería, que con una magnifica familia que se sienta en el salón para comer una exquisita cena de tres platos, que en el fondo carece de emoción. Ves que eres feliz con menos de lo que pensabas, y que en el fondo, los defectos son lo que nos caracterizan, lo que nos hacen sentir humanos y nos acercan al resto. Nos hacen ver que es necesario fallar, aprender y sentirte querido por el camino. Nos hacen sentirnos necesarios, porque no hay nada mejor que ayudar a una persona a la que tienes aprecio. Y nos hacen creer en nosotros mismos, porque sabemos que en cualquier caso, tienes a alguien con el que hablar si la cagas.
besos silenciosos que escuchan la lluvia