Comentarios de dos adolescencias

Decisiones. Cuando las tomamos nos sentimos importantes. Parece que por un momento nos necesita para girar, pero siempre llega la parte en la que decides dejar de girar y te das cuenta de que todo lo sigue en movimiento.
Siempre te das cuenta de esto cuando vas viendo que tus decisiones no son mas que simples trivialidades frente a las decisiones de otras personas. Te da vergüenza admitir que en su momento estuviste días y días pensando en lo que para otros solo seria como elegir entre una camisa azul y otra amarilla por las mañanas. Y, cuando esa misma persona, te cuenta una pequeña parte de su historia piensas: definitivamente, soy estúpida. Toman decisiones difíciles, lo hacen lo mejor posible y aunque no consiguen siempre lo que se proponían, siguen intentándolo, y cuando acaban de contarte todo, te dicen de corazón que realmente no ha sido para tanto.

Hay personas que nacen para hacer grandes cosas, pero que cuando las cuentan parecen insignificantes. Hay otras que nacen para recopilar las historias de los primeros, disfrutando cada segundo de aquello que les cuentan, y formando parte de la historia sin haber estado realmente en ella. De la tercera clase no hablaré hoy, porque no se merece estar en el mismo grupo que las dos anteriores.

Solo consiste en aceptar en el grupo en el que te encuentras, vivir feliz en él y no intentar cambiar lo que es como es, solo esperar que otros nos cambien poco a poco. Porque al fin de cuentas, somos lo que somos, y solo las personas especiales pueden hacer que seamos un poco como ellos.

Besos que... os dejan elegir hoy por mi.