
Buscamos la felicidad. La encontramos. Pensamos que nos hallamos en una vida plena que nos satisface, cuando de pronto, despertamos. Nos damos cuenta. Monotonía, dulce estabilidad.
Aquello que para algunos valientes es un intento de felicidad, pero solo un truco, un mal disfraz, y para otros es el lugar donde ocultarse, donde vivir sin complicaciones, sin problemas.
El problema es que cuando deseamos con tanta fuerza una vida perfecta, es ella la que nos da la espalda, y nos pone entre la espada y la pared.
Existen dos clases de personas, aquellas que están dispuestas a vivir y atesorar segundos perfectos de felicidad, dispuestos a que solo sean eso, unos segundos, y aquellas que solo viven huyendo de los problemas y aparentando esa felicidad extrema en la que creen vivir.
Y es fácil distinguir a aquellas personas que viven de verdad, porque en un mundo lleno de mascaras y de disfraces, fácilmente distingues a aquellas personas que muestran como es la realidad este mundo, aquellas personas que se lanzan al vació, con miedo, pero dispuestos a arriesgar para ganar.
"
-¿Qué haces por estos parajes?
- Pasear.
-¿Pasear?
- En Las Nubes.
- Pues bienvenido a la tierra.
"
[Un paseo por las nubes]
- Pasear.
-¿Pasear?
- En Las Nubes.
- Pues bienvenido a la tierra.
"
[Un paseo por las nubes]
Besos madrugadores!
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