lunes, 2 de agosto de 2010

"
A el no le veía nadie. Era invisible. El siempre había sido invisible.
Pero no importaba. Ella lo había visto. Ella siempre había sabido verlo. Cuando ella fijaba sobre el sus ojos azules, se sentía "visto".
Ya no quedaba nadie. La lucha se había extinguido hace tiempo. Y el seguía entre las cenizas observando cómo se llevaban lo que había sido su vida, cubierta con una sabana de hospital amarillenta. Al final del camino, no había mas opciones. El siempre había tenido conciencia de ello y ahora, por fin, había llegado el momento. El momento que el había añorado. Y lo abrazó.
Ella ya no estaba.

"


La princesa de hielo.
Camilla Läckberg

besos helados en pleno agosto

No hay comentarios:

Publicar un comentario